domingo, 27 de junio de 2010

Gesu!!!


Senza posa, Signore Gesù Cristo, tu mi interpelli e mi domandi: “Chi dici che io sia?”. Tu sei colui che mi ama fino alla vita che non finisce. Tu apri davanti a me la strada del rischio. Tu mi precedi nel cammino della santità, dov’è beato chi muore per amore, dove il martirio è l’ultima risposta. Di giorno e di notte tu preghi in me senza che io sappia come. Il mio balbettare è la preghiera: chiamarti con il solo nome di Gesù mi conduce alla comunione con te. Tu sei colui che, ogni mattina, mi pone al dito l’anello del fglio prodigo, l’anello della festa. Instacabile, tu mi cercavi. Perché ho esitato di nuovo, chiedendo un po’ di tempo per occuparmi dei miei affari? Dopo aver messo mano all’aratro, perché mi sono voltato indietro? Quasi senza accorgermene mi rendevo inadatto a seguirti. Eppure, senza averti visto, ti ho amato.
(R. Schutz)

Fallece José María Díez Alegría, un precursor de la Teología de la Liberación y un cristiano íntegro


“Reafirmo que mi fe en la resurrección se refiere con toda rotundidad y con íntimo gozo a Jesús. Se refiere también con fuerza a los pobres y marginados injustamente oprimidos.”
Madrid, 25 de junio de 2010 (Por Trastevere).- La pasada madrugada se nos ha ido José María Díez Alegría, a la edad de 98 años y tras una vida fecunda de entrega a los más necesitados. Fuentes de la familia confirmaron hoy el fallecimieno del sacerdote y teólogo, ex jesuita, que nunca tuvo pelos en la lengua para denunciar la injusticia y para reivindicar la radicalidad del Evangelio de Jesús.
Su muerte y el recuerdo de su vida y de su obra han saltado hoy a los medios informativos practicamente desde primeras horas de la mañana. “Alegría (al teólogo Díez-Alegría todos le llamaban Alegría) -ha escrito hoy Juan Bedoya en El País-, era un reputado profesor en la imponente Universidad Gregoriana de Roma cuando en la Navidad de 1972 publicó sin la censura previa obligada el libro ‘Yo creo en la esperanza’, que en apenas semanas dio la vuelta al mundo. Exclaustrado de la Compañía de Jesús para evitar males mayores con el Vaticano, regresó un año después a Madrid y se fue a vivir a una chabola del Pozo del Tío Raimundo, la barriada en la que otro jesuita, el famoso padre Llanos, ex capellán de Falange y ex amigo del dictador Francisco Franco, llevaba practicando una radical teología de la liberación desde 1955. Alegría, cuyo sentido del humor y paciencia evangélica no tenían límites, se hizo imprimir allí esta tarjeta de visitas: “José María Díez-Alegría. Doctor en Filosofía. Doctor en Derecho. Licenciado en Teología. Ex profesor de Ciencias Sociales en la Universidad Gregoriana. Jubilado por méritos de guerra incruenta. Calle Martos, 15. Pozo del Tío Raimundo”.
Una vida en el Pozo del Tío Raimundo
En el Pozo del Tío Raimundo, recuerda Juan Bedoya, Llanos y Alegría hicieron teología de liberación de la buena, a pie de obra, y entraron en la mitología popular. Su sensibilidad por las víctimas del sistema económico inhumano era ontológica. Una vez, en una sonada conferencia en la Cámara de Comercio de Madrid, Alegría dijo, ajeno a las consecuencias, que “la clase dirigente vive en situación de pecado”. Díez-Alegría no cesó de proclamar su convicción de que si un socialismo de rostro humano es muy difícil, un capitalismo de rostro humano es imposible.
Alegría ha fallecido en la residencia de los jesuitas de Alcalá de Henares. Decenas de discípulos, amigos y admiradores peregrinaban allí con frecuencia para disfrutar de su conversación, sabia, beatífica y pícara, sin pelos en la lengua, de una belleza incomparable. Hace unos meses empezó a declinar y a consumirse poco a poco. “Se nos está agotando Alegría”, corrió la voz. Anteayer ya no se esperaba más noticia que la de su muerte. Ocurrió esta mañana a las cinco.
Cuando fue expulsado hace 37 años de la Compañía de Jesús por publicar ‘Yo creo en la esperanza’, Alegría vivía en Roma y era un bullicioso profesor de la Gregoriana, es decir, un pensador lanzado a la fama. Tiempos del postconcilio, aunque ya se vislumbraban nubarrones en aquella primavera eclesial. Díez-Alegría pide permiso para editar su libro. No ha lugar, le dicen. Y toma una decisión que cambiaría su vida. El libro aparece en 1972 en la editorial Desclée de Brouwer, de Bilbao y se vendieron 200.000 ejemplares en numerosos idiomas. Su salto a la fama fue fulminante. Quince días más tarde, el periódico más vendido en Roma, Il Messagero, y el más importante de EE UU, The New York Times, tronaban: “El best seller de un jesuita español aclama a Marx y ataca a Roma”.
Díez-Alegría tardó poco en regresar a España y en “tomar la mejor decisión” de su vida, dijo más tarde. Se fue a El Pozo del Tío Raimundo, se quitó el bonete de jesuita, se pone la boina de cura y puso en práctica la teología que había enseñado en Roma. Cuando llegó a Madrid, el 24 de febrero de 1974, “una nube de periodistas le buscaba, como si fuera un famoso actor de cine”, recuerda Pedro Miguel Lamet, su biógrafo (Díez-Alegría. Un jesuita sin papeles. Editorial Temas de Hoy. 2005).
Pedro Miguel Lamet, compañero y amigo en este portal que sustenta este blog, ha escrito hoy en 21 que Alegría es “coherencia con el mensaje troncal del Evangelio”.
Les recomiendo la lectura del artículo de Lamet en su blog “El alegre cansancio, en el siguiente acceso “http://blogs.21rs.es/lamet/2010/06/25/la-alegria-infinita-de-diez-alegria/“, porque sin duda es quien mejor puede hablarles en este momento de este sacerdote que hizo de la Teología vida y de la práctica del Evangelio su razón de vivir, , y que en una entrevista en 2003, decía:
P. ¿En el Vaticano creen en Dios?
R. Bueno, eso sólo lo puede juzgar Dios. Yo creo que hay gente que sí. El Papa yo creo que cree en Dios. Ahora, con enorme respeto, sospecho que su fe en algunos aspectos peca de algo de fanatismo.
“P. ¿Y Dios cree en el Vaticano?
R. No. Dios no cree en el Vaticano.
P. ¿Echa de menos a san Ignacio?
R. A quien echo de menos, como cristiano y como sacerdote, es a Jesús de Nazaret”.
A la entrevista completa, que realizó la periodista Karmentxu Marín, el 13 de abril de 2003, pueden acceder en este link:
http://www.elpais.com/articulo/ultima/Dios/cree/Vaticano/elpepiult/20030413elpepiult_2/Tes
¡Descansa en paz!, amigo Díez-Alegría

martes, 15 de junio de 2010

El valor de la mirada humana


El fascinante e inefable misterio de los ojos del hombre ha sido fuente inagotable de inspiración de muchos artistas. Los científicos continúan descubriendo mundos desconocidos al estudiarlos. Sin embargo, alguno se preguntará por qué debemos maravillarnos de la mirada de las personas. ¿Acaso no tienen ojos también los gatos, los perros, los peces? Ellos también nos miran. Estamos tan acostumbrados a relacionarnos con el mundo por medio de la vista que a veces podemos olvidar el valor tan grande que tiene la mirada de una persona.

La mirada del hombre es capaz de contemplar

En la mirada de los hombres encontramos algo que va más allá de recibir ondas de luz, ordenarlas y formar imágenes. En ella descubrimos una huella de que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Podemos recordar aquellas palabras cuando Dios creó el mundo: “Vio lo que había hecho y era todo bueno”. La capacidad de contemplar es un don que Dios ha dado únicamente al hombre en esta tierra. Un animal nos puede ver pero nunca podrá entender nuestra mirada. Este regalo nos asemeja, aunque de manera lejana, a nuestro Creador.

Sólo el hombre puede mirar y descubrir la belleza en el mundo que nos rodea.

domingo, 13 de junio de 2010

Tenuti...


"Di fronte all'innegabile realtà per cui il mio essere è fugace, prorogato, per così dire, di momento in momento, e sempre esposto alla possibilità del nulla, sta l'altra realtà, altrettanto inconfutabile, che, nonostante questa fugacità, io sono e d'istante in istante sono conservato nell'essere e che in questo mio essere fugace colgo alcunchè di duratuo. Mi sento sostenuto e trovo in ciò riposo e sicurezza: non è la sicurezza, conscia di sè, dell'uomo che, con le proprie forze, sta su un terreno solido, ma è la dolce, beata sicurezza del bambino sorretto da un braccio robusto, sicurezza non meno ragionevole, se oggettivamente considerata. O sarebbe 'ragionevole' il bambino che vivesse nel timore continuo che la madre lo lasci cadere?"
(Edith Stein, Essere finito e essere eterno)

El abismo de Dios.


“La auténtica cima de mi vida está aún por llegar. Es el abismo del misterio de Dios, en que uno se precipita con la esperanza de ser acogido eternamente por su amor y su misericordia”

Karl Rahners

Palabras al silencio, Rahner/


“De tu mar solamente debía venir el rocío de tu suavidad sobre mi exiguo campo. En palabras humanas viniste a mí, porque tú, infinito, eres el Dios de Nuestro Señor Jesucristo. Él nos habló en palabras humanas, y ya no habrá de significar la palabra del amor lo que yo pudiera temer, porque cuando él dice que él, y tú en él, nos amas, entonces proviene esta palabra de un corazón de hombre. Y en un corazón de hombre, tal palabra sólo tiene un significado, sólo un significado bienhechor”

jueves, 10 de junio de 2010

Sobre la pobreza de espíritu. Maestro Eckhart


Beati pauperes spiritu, quonian ipsorum est regnum caelorum [Mt 5, 3]La bienaventuranza abrió su boca de sabiduría y dijo: "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos" [Mt 5, 3].

Todos los ángeles y los santos y todo cuanto jamás ha nacido debe callar cuando habla la sabiduría del Padre, pues toda sabiduría de los ángeles y de las criaturas es pura locura ante la sabiduría insondable de Dios. Ella ha dicho que los pobres son aventurados.
Ahora bien, hay dos tipos de pobreza: una pobreza exterior, que es buena y digna de elogio en la persona que la toma consigo por amor de Nuestro Señor Jesucristo, porque él mismo la asumió en la tierra. De esa pobreza no quiero decir nada más, pero hay todavía otra pobreza, una pobreza interior, es la que hay que entender en la palabra de nuestro Señor, cuando dice: "Bienaventurados son los pobres de espíritu".
Ahora os pido que seáis de la misma manera, para que entendáis estas palabras: pues, por la verdad eterna, os digo que si no os hacéis semejantes a esa verdad de la que ahora vamos a hablar aquí, no podréis comprenderme.Algunas personas me han preguntado qué es la pobreza en sí misma y qué es un hombre pobre. Vamos a responder.

miércoles, 2 de junio de 2010

Simplemente silencio.


"Es cierto que el silencio habla con sus mil voces y que en muchas circunstancias es el mejor mensaje que se puede transmitir. Hay un tiempo para todo: para hablar y para callar. Y no siempre es fácil soportar el silencio, es decir, mantenerse en él cuando nos invade el deseo de cubrirlo rápidamente, con alguna socorrida frase que nos saque del abismo de la incomodidad(…).

El silencio es realmente elocuente. Significa, ante todo, que estoy contigo.

Yo, toda mi persona, no sólo mi cabeza, capaz de preparar una frase más o menos oportuna. Indica respeto, actitud de escucha, aún cuando el otro no puede decir nada.

Porque se escucha también el silencio con un sexto sentido, con la empatía, con la observación. Soportar el silencio embarazante supone hacer un esfuerzo por entrar en el mundo interior aceptando la impotencia y asumiendo la distancia infinita que separa a una persona de otra.

La escucha, dice un autor, tiene lugar en el desierto porque la distancia entre los que comunican nunca será abolida del todo.

¿Quién no ha saboreado con otra persona un ratito de silencio mirándola a los ojos, con las manos juntas? ¿quién no lo ha dicho todo así alguna vez?".

José Carlos Bermejo